martes, 19 de mayo de 2020

Recuerdo y Gloria de José Martí en el aniversario 125 de su caída en combate

Recuerdo y Gloria de José Martí en el aniversario 125 de 

su caída en combate


Roberto Pérez Betancourt

Este 19 de mayo se cumplen 125 años de la caída en combate,  en Dos Ríos, del Apóstol de la Independencia de Cuba, José Martí y Pérez, quien siempre predicó el sentido de la lucha necesaria para conquistar la soberanía política frente al colonialismo español, condición indispensable para ejercer la independencia económica, y enrumbar, con sentido propio, hacia un régimen de plena justicia social, como interpretó Fidel Castro las enseñanzas del que siempre llamó Maestro, y que en este día recibe el agradecimiento todo de los cubanos por su dedicación a la obra de lucha, de amor y de victoria.  
   Los trabajadores de la Empresa Nacional de Silos (EMSIL) nos sumamos a la conmemoración cumpliendo todas nuestras tareas en la producción y los servicios, al tiempo que acatamos las ordenanzas sanitarias para evitar el contagio de la Covid 19 y contribuimos a quel país termine victoriamente esta lucha por la salud de la población.
   Dejar de ser simple accidente geográfico del Caribe y devenir República con todos y para el bien de todos era la síntesis de  su sueño lúcido de Martí.
   Rosas blancas y una bandera tricolor de estrella fulgurante sobre fondo rojo que niega determinismos heráldicos, y una nación verdaderamente soberana, de hijos dados al estudio y al trabajo, entrenados también en el fusil, sigue siendo el presente del país que él contribuyó a forjar y que hoy  le rinde reverenciado homenaje.
     Desde la historia misma, la voz de Martí resuena vigente en un  alerta a los hombres, no solo de su Cuba, sino aún más allá,  cuando dice en "Nuestra América": "Cree el aldeano vanidoso  que el mundo entero es su aldea, y con tal que él quede de  alcalde o le mortifique al rival que le quitó la novia, o le crezcan en la alcancía los ahorros,  ya da por bueno el orden universal, sin saber de los gigantes  que llevan siete leguas en las botas y le pueden poner la bota  encima, ni de las peleas de los cometas en el  cielo, que van por el aire dormidos engullendo mundos. Lo que  quede de aldea en América ha de despertar. Estos tiempos no son para acostarse con el pañuelo a la cabeza, sino con las   armas a la almohada, como los varones de Juan de Castellanos: las armas del juicio, que vencen a las otras. Trincheras de  ideas valen más que trincheras de piedra".          

 Fiel a sus principios, Martí cabalgó aquel 19 de mayo de 1895…


 El gran mérito del Apóstol:  la conjunción acertada de veteranos patricios de la Guerra de Independencia, iniciada el 10 de octubre de 1868, y aguerridos cubanos del 95.
Flores y una bandera en la tumba de Martí en
el cementerio de Sanbta Ifigenia.
 Luego de organizar la insurrección armada y dar la orden de alzamiento en la Isla, el 24 de febrero de 1995, se empeñó Martí en ocupar un puesto en la caballería y empuñar las armas, dispuesto a dar su vida para conquistar la libertad, abonada con  sangre derramada y entonces a lo largo de casi tres décadas de batallar en la manigua y en las ciudades, en Cuba y en el exterior.
  Fiel a sus principios, Martí cabalgó aquel 19 de mayo. Él mismo lo había dicho: “Quien quiera mandar ha de entrar en la caballería”. Líder indiscutible de aquel levantamiento armado, espolea a su caballo para incorporarse a la vanguardia de la tropa que iba al encuentro de las fuerzas coloniales españolas.
 El generalísimo Máximo Gómez intenta disuadir a Martí, pero nada podrá ya impedir que  la estrella que brilla en la frente del Apóstol vaya en pos del sol del mediodía.
   Junto al nombrado General José Martí también espolea su caballo el teniente Ángel de la Guardia. Ambos se exponen en demasía a la balacera enemiga y tres proyectiles impactan el cuerpo del Líder del Partido Revolucionario Cubano.  
   De nada valdrá a la tropa española exhibir el cadáver como trofeo de guerra. La semilla de la libertad, sabiamente sembrada con ideas de patriotismo y razones de independencia, seguiría germinando a través del tiempo y del batallar de los cubanos.
   Pasarían 64 años hasta que un radiante primero de enero de 1959, con el triunfo del Ejército Rebelde comandado por Fidel Castro y por las ideas del propio José Martí, se alcanzara la definitiva independencia de la patria.
  Es así, porque la caída del cuerpo del Apóstol en Dos Ríos no impidió, ni impedirá, que sus ideas sigan cabalgando, indetenibles, con su presencia permanente, estímulo y   guía para la acción de hombres  amantes de la libertad.
  Este 19 de mayo, hasta la tumba física del Héroe Nacional, en el cementerio de Santa Ifigenia, Santiago de Cuba, volverán a llegar las tradicionales rosas blancas ofrendadas cada año por sus compatriotas en el archipiélago cubano.
... Y donde quiera que un cubano honesto, conocedor de su historia, se encuentre este día, seguramente tendrá un pensamiento de agradecimiento hacia aquel  que nos sigue acompañando con su verbo lúcido y fecundo en las nuevas batallas y el empeño común de preservar la soberanía nacional. 

Toda Cuba reverencia a José Martí

En toda Cuba, este martes 19 de mayo se reverencia la figura de José Martí y Pérez, Héroe Nacional, en el aniversario 125 de su caída en combate, de cara al sol, como él mismo lo pronosticó. 
  Este año la conmemoración adquiere características singulares, habida cuenta las restricciones impuestas por la Covid 19, epidemia que en todo el mundo ha causad millares de víctimas humanas y que en Cuba cuenta con la inspirada dedicación del personal de la salud, médicos, enfermeras y técnicos, que junto con las autoridades gubernamentales y la contribución popular no desmayan en vencer a la Pandemia, cuya evolución muestra signos optimistas en esta fecha.
  Flores frescas ante el Mausoleo que guarda los restos de Martí en el cementerio de Santa Ifigenia simbolizan hoy aquí el homenaje de los cubanos al Apóstol de la Independencia, recuerda un despacho de la Agencia Prensa Latina.


   Aunque las circunstancias epidemiológicas por la COVID-19 han impuesto cambios en la expresión tradicional del tributo, la evocación del Héroe Nacional rebasará barreras físicas y estará en los hogares, donde la mayoría de las familias cubanas cumple con el obligado aislamiento como la decisión principal ante la pandemia.
  No habrá algarabía en calles, plazas y parques, pero sí el recuerdo agradecido de los cubanos que en sus hogares evocarán en intimidad sentida las enseñanzas del que sigue siendo paradigma de inspiración para luchar y vencer en cualquier circunstancia.
 

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