Besos y abrazos eternos, que no impedirán la Covid 19
Besos y abrazos eternos, que no impedirán la
Covid 19
El
tradicional Día de las madres, en Cuba y en otros países, el segundo domingo de
mayo de cada año, es fiesta de la familia, concebida para rendir tributo a la
mujer que dio el ser, quien en tan señalada ocasión tiene el don de convocar a
los hijos a retornar al regazo materno para una reunión de abrazos y besos,
nostalgias, rezos, promesas y mil motivaciones más, que incluye a las abuelas,
presentes siempre.
Este año 2020 será recordado como el de
celebraciones a distancia, con nasobuco bajo el mismo techo, o a través de las
pantallas electrónicas.
Si mamá sigue entre nosotros, alumbrándonos
con su sonrisa capaz de desterrar fantasmas y sombras, de todas formas la fiesta
brillará, florida, alegre, con regalos --según cada uno pueda en estos
tiempos de precios como papalotes y Covid 19 galopante, pero bajo control
progresivo--, brindis por el futuro, mentiras piadosas sobre la desaparición de
achaques y arrugas, recuerdos “… de cuando eran pequeñines”, comparaciones con
nietos que se empinan y otros que se prometen…
Si mamá se marchó del entorno, dejando ese
vacío imposible de llenar, entonces la conmemoración asume ribetes más
nostálgicos, en dependencia del tiempo transcurrido desde la partida, porque,
“…mi hermano querido, el tiempo, el imposible de domeñar, lo desdibuja todo,
poco a poco, en complicidad con la vida misma, que nos dotó de la
prodigiosa necesidad de olvidar, aunque a la
madre jamás se olvida del todo,
pero lo real, lo necesariamente verídico es que el transcurso de los años nos
van acercando a otras madres, las de los hijos, las de los nietos, que, madres
al fin, merecen la sonrisa y el beso del presente, sin que signifique el
olvido de la fundadora de la familia, porque la vida también es ese
relevo generacional que no permite paradas largas, apenas para depositar flores
en una tumba cercana, o flores en la memoria de quienes todavía, a pesar de los
años, sean capaces de traer a la mente la imagen de aquella que un día, hace
muchos años, nos acunó, suspiró y nos sonrió por vez primera soñando con el
futuro incierto, hechos que, increíblemente, sentimos actuales, aun cuando el
espejo nos muestre las huellas de aquel, el indetenible…”
Lo cierto es que en nuestro país, el Día de
las madres es la fiesta más concurrida de todas las fiestas, la que más
convoca a los cementerios y a la vez la que más reúne en el salón de baile y
junto a la mesa; la algarabía más sonada en cada casa y la que más velas prende
frente al ara doméstico; la que más besos y lágrimas provoca; la fiesta
de las mamás, que es también la de las abuelas, y por supuesto la del os
hijos y nietos. Como podemos ver, es la fiesta de toda la familia.
Hoy, obligados por circunstancias, diferimos
los encuentros físicos, pero besamos y
abrazamos a nuestras madres y abuelas todas, siempre en nuestros pensamientos. ¡Felicidades
a las que están! ¡Cariño eterno para las que seguirán estando! (Roberto Pérez Betancourt)
Etiquetas: año 2020., Covid 29, Cuba, Dia de las Madres, emsil, Gente de Silos
0 comentarios:
Publicar un comentario
Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]
<< Inicio